martes, 29 de junio de 2010

De Cuentos: Declaración


"Querida:
Una y otra vez he puesto tu carta sobre mis labios, Oh, mi dulce Helena y la he bañado con lágrimas de alborozo. ¡Ah! Si pudiera creer en la eficacia de las plegarias dirigidas al Dios del Cielo, me arrodillaría para implorar palabras, palabras que revelasen mi corazón y que me permitieran ponerlo desnudo ante ti. Todos los pensamientos, todas las pasiones parecen ahora fundidos en ése único deseo devorador, en este único deseo de hacer comprender, de hacer ver esto que no tiene expresión humana, el inefable fervor de mi amor por ti; como conozco tu naturaleza de poeta, estoy seguro que si ahora tú hundieses en las profundidades de mi alma tus puras miradas espirituales, no podrías rehusar decirme esto que te obstinas en no declarar: ¡que me amarías, aunque sólo fuera por la grandeza de mi amor!"


Poe, E.A.