miércoles, 13 de julio de 2011

Sueño que fumo o fumo en sueños...


No sé por qué se cuela en mis sueños gente que no me apetece ver. Esta mañana me ha vuelto a suceder, y buscando una respuesta ilusa y sin sentido le hecho la culpa a que es porque estoy intentando dejar de fumar (si intentarlo se refiere a reducir la cantidad de pitillos).

Será que los nervios y la ansiedad de esta reducción de mi único vicio juegan a torearme o porque eres un lastre que permanecerá pegado a mí el resto de mi vida. Sí, reconozco que conocerte ha sido mi mayor problema, tú me enganchaste (a parte de fumar) al vicio de no querer ni poder vivir sin tí y ahora sólo puedo alcanzar verte en sueños, mis sueños... ¿O son de otra persona?
Lo mismo los sueños viajan de un lado a otro mientras dormimos, dígase en la noche,  en siestas o en esos descuidos en los que la cabeza se desploma en nuestro orejero o sofá mientras mantenemos el televisor encendido sin escucharlo, más que nada porque no hay nada de interesante. A lo que iba, creo que mis sueños viajan sin billete a otros lugares que nunca he estado, no aprendo a dominarlos, quisiera viajar en primera, controlando movimientos, miradas, olores, colores, todo,  pero me resulta imposible. A según que horas del día estoy demasiado agotada como para intentar concentrarme en cómo hacer para que aparezcas en mis sueños sin hacerme tanto daño.
Voy a encender un pitillo, me apetece ver a través del humo esta mañana que ha amanecido tan espléndida después de una larga noche de tormenta.

De Tefan

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